Funcionamiento
El
combustible, almacenado en depósitos situados en las inmediaciones de la
central (carbón, gasoil o gas natural), entra en la caldera para ser quemado.
Durante su combustión se produce calor que permite la evaporación del agua
presente en las numerosas tuberías que se encuentran alrededor de la caldera.
El vapor de agua adquiere mucha presión, por lo cual se utiliza para mover una
turbina conectada al generador. Al girar la turbina se produce la electricidad,
que viaja del generador hasta los transformadores, que elevan la tensión para transportar esta energía por la red eléctrica hasta los centros de consumo.
Por otro lado está funcionando el sistema de refrigeración que permite empezar de nuevo el ciclo, es decir, condensa el vapor de agua para que pueda volver a ser utilizado.
Combustibles
Una central térmica es un
lugar empleado para la generación de energía eléctrica a partir de calor. Este
calor puede obtenerse tanto de combustibles fósiles (petróleo, gas natural o
carbón) como de la fisión nuclear del uranio u otro combustible nuclear o del
sol, así como también de incineración de residuos sólidos urbanos (RSU).
Inconvenientes
1. El
uso de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero y
de lluvia ácida a la atmósfera, junto a partículas volantes (en el caso del
carbón) que pueden contener metales pesados.
2. Uso
de combustibles fósiles (no renovables)
3. El
agua usada para la refrigeración queda contaminada
4. En
los procesos de limpieza de la central se producen muchos residuos
5. Sus
emisiones térmicas y de vapor pueden alterar el microclima local.
6. Afectan
negativamente a los ecosistemas fluviales debido a los vertidos de agua
caliente en estos.
7. Su
rendimiento (en muchos casos) es bajo (comparado con el rendimiento ideal), a
pesar de haberse realizado grandes mejoras en la eficiencia de la energía
liberada en la combustión.
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